Raciones : 4
Tiempo de cocción: 30 minutos (15 minutos para la pasta + 15 minutos en el horno)
Ingredientes
- 1 bolsa de albóndigas de pollo con salsa de tomate y albahaca (listas para usar)
- 250 g (aproximadamente 2 tazas) de pasta corta (penne, rigatoni o fusilli)
- 1 pimiento rojo o amarillo, cortado en juliana
- 500 ml (2 tazas) de espinacas frescas
- 200 ml (1 ½ tazas) de queso mozzarella rallado
- 60 ml (¼ taza) Queso parmesano rallado
- 15 ml (1 cucharada) de aceite de oliva
- 2 dientes de ajo, finamente picados
- 2,5 ml (½ cucharadita) copos de guindilla
- 1 cucharadita (5 ml) de hierbas italianas (albahaca, orégano)
- Sal y pimienta al gusto
Preparación
- Precalentar el horno a 180°C (350°F).
- Cocer la pasta en una olla grande de agua hirviendo con sal hasta que esté al dente, unos 10-12 minutos. Escurrir y reservar.
- Calentar el aceite de oliva en una sartén grande a fuego medio. Añada el pimiento cortado en juliana y sofríalo durante 3-4 minutos, hasta que empiece a ablandarse. A continuación, añadir el ajo picado y los copos de guindilla y sofreír brevemente hasta que el ajo desprenda aroma, con cuidado de no quemarlo.
- Añadir a la sartén las albóndigas de pollo con salsa de tomate y las espinacas frescas. Calentar hasta que las espinacas estén blandas. Sazonar al gusto con sal y pimienta.
- Mezclar la pasta cocida con la mezcla de albóndigas y salsa de tomate y verter en una cazuela.
- Espolvorear por encima la mozzarella rallada y el parmesano.
- Meter la cazuela en el horno durante 15 minutos, hasta que el queso esté fundido y ligeramente dorado.
- Sacar del horno y dejar reposar unos minutos antes de servir.