Ingredientes
- 1 bolsa de albóndigas de pollo con salsa de tomate y albahaca (listas para usar)
- 4 patatas grandes
- 90 ml (6 cucharadas) de mantequilla
- 125 ml (½ taza) leche caliente
- 15 ml (1 cucharada) de aceite de oliva
- 1 litro de espinacas frescas (opcional)
- 1 diente de ajo, finamente picado
- 200 ml (1 ½ tazas) mozzarella, en rodajas o rallada
- 80 ml (⅓ taza) de queso parmesano rallado (opcional)
- Sal y pimienta al gusto
Preparación
- Precalentar el horno a 180°C (350°F).
- Pelar y cortar las patatas en trozos. Cocerlas en una olla grande de agua hirviendo con sal hasta que estén tiernas (unos 15 minutos). Escurrir las patatas y hacer un puré con la mantequilla y la leche caliente hasta que quede suave. Sazonar al gusto con sal y pimienta.
- Calentar el aceite de oliva en una sartén a fuego medio. Añadir las espinacas y rehogar hasta que se marchiten. Añadir el ajo picado al final de la cocción y saltear rápidamente hasta que desprenda su aroma. Sazonar al gusto con sal y pimienta.
- Extender una capa uniforme de puré de patatas en una cazuela. Si utiliza espinacas, espárzalas uniformemente sobre el puré de patatas. A continuación, coloque las albóndigas de pollo en salsa de tomate directamente sobre las espinacas o el puré de patatas. Cubra con las rodajas de mozzarella y, si lo desea, espolvoree con parmesano rallado.
- Meter la fuente en el horno durante unos 25 ó 30 minutos, hasta que la mozzarella se haya derretido y dorado y toda la fuente esté bien caliente.
- Sacar el gratinado del horno y decorar con unas hojas de albahaca fresca. Servir caliente.